20 noviembre 2008

Lugar.

Salta como reflejo inmediato.
Caminaba automaticamente hacia el destino, los pies pasan de largo los arboles secos de la plaza, miran de reojo los columpios y el sube y baja.
Llega al lugar esperado, con los brazos cansados, con los ojos entre abiertos.
Llega y no hay nada.