Entre los árboles la mente difusa y los pies volatiles; arracaba.
Palabras extrañas en la mano firme; volaba.
Entre la brisa la razón; crecia.

Entre enloquecer con la normalidad de tus pasos,
caminare firme sin ellos.
Los vuelos al norte y mi vuelo al centro; al centro de los locos,
locos reales del poder.

te escondiste entre la tierra seca, entre los restos de montones de basura podrida

Enloquecio en tu sombra, la mente del sapo.

Tonterias de mis dualidades son así, con colores y rayas.
Recuerdos de mis pies,  momentos precisos del alma.
Anhelos de mi alma, tormentos de la mente.

derrepente el picaflor estaba entre las flores muertas del renacer de la primavera, entre las nubes y la luz.

lejos de las palabras perfectas se escondia la verdadera razón de la desaparicion del duende.
flotaban los sentimientos de las hormigas hacia la mariposa.
bailaba la mujer que no sabia hablar para liberar las alegrias y las penas.

sonrien despacito las despedidas alejandose de la nueva vida, creciendo en cantidades y en dolores escondidos en los ojos brillantes del fantasma en su lucha por vivir.
amanece en el día del otro lado del mar, llega la luz en las olas de mi noche playera con las estrellas subiendo y bajando del cielo oscuro de mis miedos.
crei en que los muertos de la sinceridad, en que dejarian de penar la mente de la muñeca de mi infancia tranquila, pero en realidad eran su amigo imaginario.

olor a miedo, a ternura, vomito, sonrisas, nervios y confianza. Entre los sueños tranquilos y elevados de la chinita muerta.
sangre de las venas revolucionadas por tu sonrisa escondida entre las ventanas de la casa vecina.
música que me entra por los ojos.
humo bailando con mi pelo, entre las palabras al viento.
trazos que se forman con cautela del corazón temeroso, alerta y feliz.

Dejaste los ojos vacios entre las nubes con esperanza, con la lluvia cayendo y la tierra sonriendo.
Esperaste los colibris del bosque, mientras le toca respirar a tu boca.
Creiste que los seres ya no viven, mientras tus pies avanzan.
Desapareciste de tu imagen, mientras la semilla brota.
Amaste ese olor, del recuerdo de las hojas.
Fluiste con el viento entre los árboles, mientras el animal te observa.
Quedaste feliz con el susurro del gorrion en tu oído, florece el loto.
Sonriendo la tierra con la lluvia cayendo, volvieron con esperanza entre las nubes tus ojos.