10 mayo 2009

Oír la música que transporta automaticamente, a lugares distintos... Caminando en el centro. Lleno de gente acelerada, calma.
Capturar y hablar con la mirada, en silencio... sin decir palabra alguna.
Entender composiciones absurdas, enfoques desenfocados y contrastes saturados.

La música se relaciona, te hace imaginar, te envuelve en algo que existe a medias, igual que una fotografía.

La gente logra la calma, casi automaticamente.