Las jirafas me rodeaban en el camino, mirando más allá.
Su cuello largo a veces parecia acordeón dejando salir unos sonidos que parecian música que elevaba mi alma.. que me tranquilizaba de manera curiosa.
Llegaba a ti, a nuestro espacio, a nadar en las lagrimas que ya eran una laguna de agua pura.
Peces de colores fuertes, como las ganas de vivir, de soñar, de luchar. Iban a favor y en contra de la corriente. Los en contra, siempre los admire, por su fortaleza y aqui están. Aqui y ahora, disfrutando de la pureza del vivir, de nadar y avanzar hacia donde deben con fuerza. Los a favor, solo disfrutan, como tiene que ser.
Caminar, llevando dentro una vida, mi vida. El fruto de la esperanza que tenia.
Cantos que se escuchan fuerte, tanto o más que la música pura que los acompañan... se unen sin esfuerzo.
Imagenes que calzan perfecto con la subjetividad que traen consigo los pasos.