Decían que el aire era oscuro en la tierra,
pero donde fui los colores no perdían su esencia.
Las hojas eran suaves y mi lugar un misterio.
Encontré la paz de la nebulosa, la paz de los aromas y el tacto,
también la paz de mis ojos.
Sonreí con la música de fondo más tu abrazo que lograba llegar ahí sin ti.
Los recuerdos de eso que me tenía presa; digo de eso, porque no recuerdo quien o que era,
ya no están.
Soy libre.