sonrien despacito las despedidas alejandose de la nueva vida, creciendo en cantidades y en dolores escondidos en los ojos brillantes del fantasma en su lucha por vivir.
amanece en el día del otro lado del mar, llega la luz en las olas de mi noche playera con las estrellas subiendo y bajando del cielo oscuro de mis miedos.
crei en que los muertos de la sinceridad, en que dejarian de penar la mente de la muñeca de mi infancia tranquila, pero en realidad eran su amigo imaginario.