La mente a veces se transforma en una hormiga que te pica los ojos, la boca, la nariz, las manos y los pies.
El corazón en cambio se transforma en algo que no entiendo, tiene patas y un solo ojo.
21 septiembre 2011
09 septiembre 2011
03 septiembre 2011
Decían que el aire era oscuro en la tierra,
pero donde fui los colores no perdían su esencia.
Las hojas eran suaves y mi lugar un misterio.
Encontré la paz de la nebulosa, la paz de los aromas y el tacto,
también la paz de mis ojos.
Sonreí con la música de fondo más tu abrazo que lograba llegar ahí sin ti.
Los recuerdos de eso que me tenía presa; digo de eso, porque no recuerdo quien o que era,
ya no están.
Soy libre.
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